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LOS ABISMOS
Camino del Dragón por los Abismos
El Dragón en los Abismos del Destello
Vemos al Caminante vacilar a�n habiendo visto el camino claramente;
sus cambiantes emociones lo inmovilizan.
Como se halla en medio de los Abismos (obst�culos y demoras para la
acci�n) a�n dispone de cierto tiempo que deber�a de utilizar para
equilibrarse interiormente.
Lo que se ve con los propios ojos es lo importante. Muchas veces lo
que uno descubre está en contra del propio corazón, de las
propias emociones o ideas previas, pero uno debe
abandonar todo sentimiento confuso y conducta vacilante, atenerse sólo
a los hechos tal cual son y moverse exclusivamente desde ahí.
Más tarde o más temprano, en todo camino existe el vislumbre
de lo verdadero. Muchas veces esta visión de la realidad no está
de acuerdo con todo lo que uno espera o piensa. M�s a�n, la
vacilaci�n es el estado natural de quienes est�n desconectados de la
verdad. Por lo tanto, casi siempre una revelaci�n s�bita entra en
colisi�n con el estado previo de duda, y uno tarda un tiempo antes de
asumir las cosas. Tomarse ese tiempo es sumamente importante, y es sobre
lo que trata este hexagrama.
Por lo tanto, esto es lo que se aconseja: atenerse a lo que se ha visto, abandonando
todo lo que internamente se resiste a lo evidente. Al mismo tiempo,
uno debe darse un tiempo
para que esta realidad se afirme interiormente.
Claves: Asumir los hechos, acomodarse a la realidad cambiando lo que haya que cambiar dentro de uno, en forma inmediata.
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