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LOS ABISMOS
Camino de la Mujer por los Abismos
La Mujer en los Abismos de las Penumbras
La somnolencia. Inmóvil, la ilusión se apodera de su mente.
La visión confusa de los hechos es peor que no ver nada.
Los fantasmas de la noche
no afectan al que está profundamente dormido, pero entremezclado con los sue�os ellos pueden tener m�s fuerza que la misma realidad.
Cuando uno est� d�bil es cuando m�s peligrosa se vuelve la ilusi�n. Los fantasmas, como los predadores de la Naturaleza, buscan v�ctimas d�biles. Mucha atenci�n en esto.
En toda ilusión hay algo de verdad; de hecho, lo ilusorio es
la realidad falsificada, pero la presencia de lo ilusorio es siempre
peligrosa. Por eso, la actitud de la Mujer es correcta al abstenerse
de toda acción en un contexto en que la visión de los
obstáculos es verdadera y falsa a la vez.
Claves: extrema atención, no confiar, esperar hasta estar completamente seguros, discernir con tranquilidad lo verdadero y lo falso.
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