El Arte en la prehistoria y antiguedad
Hasta donde sabemos, los hombres de las cavernas no distinguían
el Arte de lo mágico, tal como puede observarse hasta el
día de hoy en las culturas primitivas sobrevivientes.
Ni la música, ni la danza ni la plástica estaban
separados de un sentido metafísico. Esta división
es reciente, si bien hay obras con un propósito meramente
estético durante toda la historia conocida, el gran Arte
comenzó a separarse claramente del sentido religioso-mágico
recién en los últimos 2000 años tanto en
Oriente como en Occidente, con un gran impulso en el Renacimiento
y otro desde el siglo XIX.
Hasta entonces, la prevalencia de lo metafísico como espíritu
engendrador de las obras de arte era casi absoluto en todos los
continentes, en todas las culturas. El Arte original, de naturaleza
mágica, tenía la característica de estar
integrada íntimamente a la Naturaleza.
El Arte en la actualidad
Nosotros consideramos que el Arte actual, sobre todo la plástica
y la música pero sin olvidar la literatura (considerada
como arte de las palabras) se hallan en el callejón sin
salida de la superficialidad, surgida de su propia naturaleza
egocéntrica.
Todo lo que hacen las obras actuales es exaltar los estados
interiores o las ideas de cierto individuo en particular; la
autoexpresión es la corriente predominante de estos tiempos.
Pero expresión de quién?
La enorme mayoría de los artistas de los últimos
50 años han sido personas sumamente confundidas, ambiciosas,
deterioradas por el alcohol y las drogas, egocéntricas
y materialistas, y han expandido esos lamentables estados energéticos
hacia la multitud global a través de los poderosos medios
de comunicación, sobre todo la música.
Actualmente, en la plástica es imposible encontrar otra
cosa que un despliegue de asombrosa técnica sin verdadera
creatividad, espíritu, ni grandeza.
El arte actual puede ser definido rápidamente como el
opuesto absoluto al Arte de los orígenes: es la intensiva
expresión de estados interiores desequilibrados a través
de poderosos medios técnicos y de comunicación,
y obviamente, muy alejado de todo lo relacionado con la Naturaleza.
El Arte Cósmico
Nuestra propuesta es extremadamente simple, y se trata de rescatar
lo mejor de ambos mundos: el espíritu creador de los
antiguos y la técnica actual.
No podemos separar la Creación de la Naturaleza. Son
la misma cosa. Por lo tanto, en este regreso al espíritu
del arte original, la Naturaleza es central.
El artista recobra su olvidado papel de shamán, aquel
que conecta a la tribu con los Espíritus de la Naturaleza.
Funciona como una cámara fotográfica, a través
de la cual pasan sin distorsión las energías del
Cielo y la Tierra, y se condensan en una obra.
Entonces, estas obras artísticas recobran la dignidad
de objetos transmisores de energías sutiles, cósmicas.
Ambas palabras: "Arte" y "Cosmos" tienen
un significado esencial similar, ya que ambas aluden a la destreza
y el orden de la Naturaleza como origen, medio y destino de
toda actividad artística.
El Arte Talismánico
Puede preguntarse cuál es la diferencia entre una obra
de arte "cósmica" de otra "talismánica"
y la de estas dos con cualquier otra obra de arte común.
Para ser breves, diremos que una obra de arte "Cósmica"
es aquella surgida de un estado meditativo de la mente. Son
las obras trascendentales, como por ejemplo, el Mahesh Murti
de Elephanta, que es - a nuestro juicio - la más sublime
obra de arte del mundo salvo los discursos del Buddha y los
escritos de Krishnamurti; estas cosas son sagradas.
Un escrito puede, asimismo, ser una obra de arte cósmica;
personalmente considero a todo lo que Krishnamurti dijo y escribió
como lo máximo en este género, sobre todo sus
3 Diarios. Sus poemas de juventud y otras obras suyas caen en
esta misma categoría.
Una obra talismánica, en cambio, es un objeto realizado
para expresar ciertas energías cósmicas. A diferencia
de una obra cósmica, que surge sin propósito desde
el vacío, una obra talismánica puede surgir del
pensamiento, tal como cualquier otro objeto técnico.
Pero, ¿pueden las obras talismánicas ser consideradas
como objetos técnicos? La respuesta es sí, aunque
no se traten de objetos meramente materiales.
Supongamos que alguien desea tener un objeto que irradie mucha
energía y dinamismo en su casa, porque él mismo
sufre de apatía o de falta de vitalidad.
Entonces puede realizarse para él una "obra marciana",
respetando las características de Marte (sus colores,
temática, etc.), en momentos de predominancia astrológica
de ese planeta. Marte es el planeta que está relacionado
estadísticamente con el nacimiento de personas enérgicas
y también es débil en aquellos que sufren depresión.
A la vez, el artista mismo debe irradiar esa clase de energía,
y en lo posible, también el ambiente que le rodea mientras
crea la obra. Es decir, el artista debe reunir en el objeto
las energías del Cielo, la Tierra y de sí mismo.
Esta es la esencia del Arte Talismánico
Como se ve, la diferencia entre el arte común, el talismánico
y el cósmico es substancial.
Mientras las obras de arte "cósmicas" producen
en el ser humano el mismo impacto que cualquier gran espectáculo
natural, como las montañas, el mar o las estrellas, las
obras de arte "talismánicas" producirán
en él un efecto marcadamente menor y más específico,
mientras que las obras de arte surrealistas, expresionistas
y otras corrientes autoexpresivas, hacen énfasis en la
personalidad del autor, disimulada o descaradamente.
En general nosotros clasificamos a las obras talismánicas
en base al planeta planificadamente dominante durante su creación
y ejecución ("obras saturnianas", "objetos
plutonianos", etc.)
A diferencia de esto, cuando una obra es referida como "cósmica",
debe entenderse que fue súbitamente inspirada desde un
estado de meditación.
Galaxio
Buenos Aires, 2001 03 21 1730
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